Traducción jurídica e inteligencia artificial: La importancia del factor humano para traducir tus textos

Está claro: la inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse. Su evolución es imparable y su perfeccionamiento continuo y eso hace que cada vez esté presente en más ámbitos, incluido el de la traducción.
Sin embargo, cuando buscamos una traducción profesional de resultados rigurosos, la traducción automática y la inteligencia artificial jamás nos garantizarán la eficiencia de un traductor experto. Y mucho menos en el campo de la traducción especializada, como es el caso de la jurídica.
Hoy te contamos algunos de los motivos por los que seguir apostando por el factor humano para traducir tus textos jurídicos.
1. La importancia de la precisión
Los textos jurídicos como pueden ser demandas, escrituras o contratos requieren una redacción precisa ya en su elaboración original. La presencia constante de terminología técnica y conceptos específicos del ámbito jurídico hacen necesario que quien se ocupe de traducir estos textos cuente con los conocimientos de un experto en la materia.
¿Puede garantizarnos la inteligencia artificial esta precisión? Rotundamente no. Solo un traductor especializado garantizará la ausencia de errores o ambigüedades en la traducción y logrará que el documento resultante refleje con exactitud el mensaje original.
2. El contexto como pieza clave de la traducción
Traducir es mucho más complejo que “pasar un texto de una lengua a otra”. El contexto es un factor fundamental a tener en cuenta a la hora de realizar una traducción profesional y esto cobra especial importancia en las traducciones jurídicas.
Hoy por hoy, la inteligencia artificial no tiene la capacidad de comprender un contexto determinado, por lo que este no se tendrá en cuenta a la hora de adaptar el mensaje.
Esta habilidad, hasta el momento, es exclusiva de los traductores profesionales que, en el caso de los textos jurídicos, sabrán cómo elaborar traducciones que no dejen lugar a la ambigüedad y mantengan intacto el significado real de cualquier documento.
3. En lo legal, cada país es “un mundo”
En la traducción jurídica ya no es solo necesario un conocimiento exhaustivo de la terminología técnica y los conceptos propios de este ámbito profesional, sino también se vuelve fundamental conocer las particularidades del país a cuya lengua se traduce el texto en lo que a legislación y normativas se refiere.
De nuevo volvemos a la figura del traductor experto como la única opción que puede asegurarnos estos conocimientos, adaptando los textos jurídicos al panorama legal de cada territorio.
4. Evitar malentendidos adaptándose al receptor
En cualquier proceso de comunicación hay tres elementos clave: emisor, mensaje y receptor. Si ponemos foco en el tercero y tenemos en cuenta la importancia de que quien va a leer el texto jurídico lo entienda con exactitud, nos daremos cuenta de la importancia de adaptar a él la traducción.
Aquí entran en juego aspectos no solo lingüísticos, sino también culturales, que requieren ser tenidos en cuenta para realizar una traducción coherente y eficaz.
Sin duda, esto es algo a lo que un traductor experto que traduce a su lengua materna puede llegar. No así la inteligencia artificial.
5. Ética y seguridad: dos aspectos a tener en cuenta
No: la IA no entiende de valores ni principios. Hasta el momento, ser fiel a estos conceptos es una capacidad exclusivamente humana.
La seguridad y la confidencialidad son absolutamente imprescindibles cuando hablamos de traducciones jurídicas, teniendo en cuenta la naturaleza de los documentos con los que se trabaja.
A este respecto, solo un traductor profesional puede asegurar un compromiso que garantice “blindar” los contenidos a traducir, reforzando la seguridad y la protección de datos.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, es fácil concluir que en el ámbito de la traducción jurídica solo la intervención de un traductor experto puede garantizar resultados rigurosos, precisos y de calidad.
En la traducción de textos legales, el factor humano podrá cumplir con unos requisitos específicos que, por su parte, la inteligencia artificial todavía no puede ofrecernos.
Así que mejor “no jugársela” y dejar en manos de un profesional realmente cualificado la labor de traducir este tipo de documentos, evitando los malentendidos y las consecuencias que estos pueden traer consigo.
Sabiendo todo esto: ¿dejarías en manos de la IA la traducción de tus textos jurídicos?
Nosotros
20 años ayudándote a crecer a través de la traducción escrita y la interpretación simultánea
Blog
Lorem ipsum dolor sit amet
Duis bibendum, lectus id ullamcorper
Lectus id ullamcorper congue, ex nisi
Efficitur metus, sollicitudin aliquet
Time To Translate © 2023 All Rights Reserved | Aviso Legal | Política de Privacidad | Política de Cookies | Website by Design Fiber