El mundo de la traducción no es estático. Todo lo contrario. Y no solo por los avances (por ejemplo, tecnológicos), que lo convierten en un sector en constante desarrollo. También porque la traducción y la interpretación están estrechamente relacionadas con otros muchos ámbitos en los que su intervención es necesaria. Por lo tanto, participan de sus progresos e intervienen en los nuevos acontecimientos que se van sucediendo. Un claro ejemplo es la reciente incorporación de las lenguas cooficiales en los plenos del Congreso.
Para poder entender bien la importancia de la aprobación de las lenguas cooficiales en el Congreso y, por lo tanto, la necesidad de la traducción simultánea en sus plenos, es necesario ser conscientes de la relevancia del escenario al que nos referimos.
Resumiendo, la también llamada Cámara Baja tiene potestad para:
Así que es fácil entender la suma importancia de todos los discursos, mensajes y documentos que salen de este organismo. En el Congreso “se cuece”, al fin y al cabo, el funcionamiento del país y su futuro.
Vámonos al pasado septiembre. En concreto al día 19, martes. Esa es la fecha en la que queda aprobado el uso de las lenguas cooficiales (euskera, catalán y gallego) por parte de los diputados que deseen realizar sus intervenciones en otro idioma que no sea el castellano.
Todo un hito en este país. También una medida polémica para unos, mientras que para otros no fue más que el reconocimiento a la riqueza lingüística de España.
Además de en los debates del Pleno del Congreso, el uso de las lenguas cooficiales se aprobó también al presentar escritos en el Registro, en el Boletín Oficial de las Cortes Generales y en los diarios de las sesiones.
Podríamos decir entonces que ese mismo 19 de septiembre, los servicios de traducción e interpretación se hacen absolutamente imprescindibles en el Congreso de los Diputados.
Hasta la aprobación del uso del euskera, el catalán y el gallego en las funciones del Congreso que hemos mencionado, este contaba con tres traductores a tres idiomas extranjeros: inglés, francés y alemán.
La nueva iniciativa ha supuesto, por lo tanto, no solo una apuesta por la diversidad lingüística, sino también una importante inversión en profesionales cualificados, dispositivos y recursos que permitan que las sesiones del Pleno mantengan su fluidez adaptándose a las nuevas circunstancias.
¿El modelo a seguir? El Parlamento Europeo, donde los sistemas de traducción e interpretación permiten el acceso a los mensajes allí emitidos a hablantes de 24 lenguas oficiales.
La tendencia hacia la libertad lingüística parece imparable. Y todo señala a que cada vez estará más presente en todos los ámbitos de la sociedad.
Pero no olvidemos que esa libertad no solo implica la decisión del uso de uno u otro lenguaje, sino también el derecho a comprender el mensaje que se emite mediante este.
Y es ahí donde, una vez más, la traducción y la interpretación juegan un papel crucial en el avance de una sociedad interconectada.
¡Aquí estamos para ayudarte!